Sábado 28 de Marzo, día 9 de Cuarentena
Si lo del jueves fue una novedad y lo del viernes una
redundancia, lo de hoy es la excepción a la regla, las antípodas de la
cuarentena. ¿Cómo? ¿Qué? Hoy salí a trabajar, anduve en colectivo y en auto y
hasta interactué con otras personas físicas que no son Nico Pez ni Gatita (si,
la gata se llama Gatita).
Menos tarde que temprano, este día iba a llegar. Confieso
que al principio, mientras me preparaba para salir, me agarraron un poco de
nervios, más allá de que la salida fuera justificada ya que iba a trabajar para
producir alimentos. La tarea implicaba tomarme un colectivo en dirección a
Capital, aunque mi bajada fuera bastante antes. Por acá en San Fernando se vive
bastante tranquilo, los controles policiales son casi inexistentes pero las
sirenas aumentaron su frecuencia bastante estos últimos días, vaya a saberse
porqué. Ir al Chino o a la verdulería no implica un conflicto ni la posibilidad
de que una “autoridad competente” te pregunte qué haces en la calle, como nos
pasó el primer día cuando nos fuimos para el otro lado.
Subirse al colectivo iba a ser raro, lo intuía, así como
caminar por calles que no son las de mi barrio pero que estarían igual de
desoladas. Y fue así, sobre todo la primera parte.
El colectivo tardó muy poco en llegar, pero en esos minutos
de espera me surgió la duda de qué pasaría si la policía me viera en la parada.
¿Se acercarían a preguntarme algo? No pasó, pero la idea no se me fue hasta que
llegó el 60 del Bajo (colectivo poco frecuente si los hay) y me subí por la parte
de atrás ya que el conductor había bloqueado la parte de la cabina con un
plástico para evitar cualquier tipo de contacto frontal con los pasajeros.
Viajaba una sola persona y en el resto del trayecto solo se subió una más.
Cruzamos dos “controles”, con conos, patrulleros con las luces encendidas y
hasta policías en su interior. No paraban a nadie.
Bajé, caminé unas ocho solitarias cuadras hasta la
verdulería y me encontré con Tomás, otro de mis grandes amigos de Vipassana y
devenido en una especie de “socio-jefe”. Nos pasamos la tarde empaquetando
rebosador integral orgánico y comiendo uvas y melón en el segundo piso de una
verdulería orgánica, un foco de resistencia humana y distribución de medicina
natural, que nos cedió el espacio para que pudiéramos trabajar este tiempo.
Fue una tarde amena, rara y necesaria.
Volvimos ya casi de noche en el auto de Tomás hasta lo de
Nico. Y otra vez ningún control, ni patrullero nos paró a preguntarnos quiénes
éramos o a dónde íbamos. En el viaje me iba mensajeando con mi tía y en un momento
me pidió que le avisara cuando llegara a destino. Me acordé de los nervios que
me agarraron cuando salí al mediodía y por un segundo pensé en cómo es vivir
con miedo, en cómo habrá sido vivir en dictadura, en cómo se debe sentir una
chica que se sube sola a un taxi de noche y siente algo raro sobre el
conductor. Me acordé de cuando era chico y empezaba a salir y tomarme
colectivos. Mi vieja me pedía que la llamara cuando llegaba. Desde los 14 más o
menos que nadie me pedía esto. Qué sensación rara pensé, no es miedo ni
ansiedad, es una sensación rara que no termino de descifrar. Ni en ese momento
ni ahora mientras escribo.
Le avisé a mi tía cuando llegamos y me respondió, riéndose
de ella misma: “Ay nenito, ya estaba haciendo la vertical al lado de la
Virgen”. Meditamos, cenamos en la vereda y, para festejar que habíamos
trabajado, salimos a dar una vuelta en el auto a ver si había alguna heladería
abierta. Nos cruzamos, por lo menos, con cinco patrulleros y otra vez, ninguno
dijo ni mu. El motivo, creíamos, estaba más que justificado y nos sentíamos con
la de ganar si llegara a pasar que nos frenaban. Un vaso de agua y un helado a
media noche no se le niegan a nadie. Salvo a nosotros, que la única heladería
que encontramos abierta atendía solo por PedidosYa y además estaba cerrando.
Así que nos volvimos con las manos vacías y las ganas de un dulce en el
bolsillo. Jugamos un rato a las cartas y nos despedimos hasta la próxima
empaquetada.
Estimado y extrañado amigo del lado Este de este semi triangulo invertido del cual formamos parte, me dirijo a usted para comentar el día #9 de su "Cuarentena".
ResponderBorrarComo es de conocimiento popular, una cuarentena conciste en no salir durante determinados (por la autoridad) dias del lugar de donde se encuentra. En su caso, le toco estar en el mismo lugar que su pasaporte fue emitido,, se imagina usted, le hubiera tocado en el Consul de Jamaica?..lo dejo en sus recuerdos y risas..
Pero volviendo al tema que nos convoca, y sin querer ir en contra de sus "conocimientos" y tambien de su ilusión por terminar esto lo antes posible, debo informarle dos cosas:
1. Una Cuarentena se hace responsablemente, por usted y todos sus compatriotas! Acaso nadie le informo eso!? 2. En consecuencia de lo anterior y por su falta a la regla principal de una cuarentena, en la cual usted quebranto saliendo de su domicilio, debo informarle que el dia #9 de su "cuarentena", pasa automaticamente a su día #0...Nooooh laa cago el weon pa'porfiado weoonnn!
Estimado amigo y ex compañero de trabajo, anteriormente debí ser duro, no hay que suvestimar nuestro poder de juventud (efimero, por numeros lo sabes mejor que yo) del cual gosamos estos años. Tenemos que cuidarnos y estar sanos para los tiempos que vienen, los tiempos despues del Covid-19, los tiempos donde si es que la humanidad no aprenden de hoy, seguiremos con los verdaderos Virus que se vienen creando a lo largo de nuestros tiempos, y son muchos. Argentino, cuidate. Necesitaremos gente de las que describes en tu dia #8 de ""cuarentena"", esas que abren y hacen crecer circulos para que todos puedan disfrutar y compartir de algo en comun, eso esencial, como Un mate, abrazos y una Buena conversacion. Gente como esa, llena de esperanza.
Y bueno,, como dice el dicho, "a buen en tendedor, pocas palabras", estaremos esperando con ganas, el día #1 de Cuarentena, por el equipo Pez Lucho.
Abrazo Grande, desde el lado Oeste (West Coast Best Coast) de este cono invertido.
..y como tu dices,, "hasta la vista!"
PD: dile a Tomás que hay buenas uvas del lado Sur Oeste de la isla mas grande de oceania.